viernes, 3 de junio de 2016

Autonomía de gestión escolar y su relación con la función directiva.

Autonomía de gestión escolar y su relación con la función directiva.



Es la capacidad de la escuela para tomar decisiones orientadas a mejorar la calidad del servicio educativo que ofrece, es decir, que la escuela centre sus actividades para que los alumnos adquieran los aprendizajes esperados como se enmarca en la RIEB. Para ello es necesario que se reúnan los integrantes de los CTE’s porque es ahí donde de manera inmediata y partiendo de las necesidades de las escuelas se analizan, atienden, dan seguimiento y evalúan las situaciones que existen y se buscan los beneficios para todos. Una de las condiciones para que se pueda desarrollar la autonomía de gestión es que haya liderazgo del directivo y que el trabajo sea colaborativo y en colegiado así como la supervisión de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas, así como la orientación pertinente para que se loguen adecuadamente las Estrategias Globales para la mejora de los mismos en el interior y si no buscar asesoría y/o apoyo para su desarrollo e involucramiento de los padres de familia en todo lo expuesto hasta ahora, todo esto con evidencias que permitan identificar necesidades, prioridades, avances en los objetivos y metas.

Escuelas eficaces

Las características de las escuelas eficaces.



De acuerdo al texto de Sammons (1998) nos hace referencia a once factores que las escuelas deben de tener para que sean efectivas, por lo que muchas de ellas son necesarias y se deben de tener siempre presentes, sobre todo a lo que se refieren a la visión y objetivos compartidos, el tener claro que el directivo debe de ejercer un liderazgo profesional y hacer que todos realicen su función y que el trabajo sea delegado cuando así se requiere; en la escuela se debe de contar con un ambiente de aprendizaje que sea atractivo para todos los miembros de la institución, así como contar con expectativas altas y que se dé la rendición de cuentas. No debemos de olvidarnos que los docentes tienen que estar “al día” en su labor y es importante que se actualicen y profesionalicen en su quehacer y debemos de hacer participar a los padres de familia en el proceso enseñanza-aprendizaje, aunado al hecho de autoevaluarnos para medir los avances y ver qué nos falta por realizar para alcanzar la meta que se propuso al inicio del ciclo escolar, para ir optimizando los tiempos e ir mejorando lo que toda escuela debe de ofrecer: una educación de calidad.